LA MIEL DE PALO. UN NÉCTAR DE LOS DIOSES
Pocos conocen la existencia de esta miel producida por la abeja Melipona.
Las meliponas son las abejas de América, eran especies nativas del continente al momento de la conquista española. Son pequeñas abejas sin aguijón que se reproducen desde tiempos muy remotos y que no han podido ser domesticadas de modo que construyen sus colmenas en huecos de árboles secos o en cavidades naturales.
Estas abejas son parte de nuestra cultura, ya que desde antes de la conquista española los nativos sabían de la importancia que la miel y la cera tenían para su subsistencia, productos que les proporcionaban comida y elementos para la sanación de sus males, además de otros usos. La miel de estas abejas, conocida como “miel de palo” o “silvestre”, tiene mayores propiedades medicinales que a la de abejas domésticas, siendo empleada para tratar afecciones de la nariz, oído, garganta, pulmones, heridas y quemaduras.Además la miel de la melipona es buena para agudizar la vista, y también para curar inflamaciones en los ojos.
Producto de alto valor biológico y nutricional con alto contenido de propóleo, es una miel recomendada para deportistas, convalecientes, anémicos,
ancianos, niños en pleno crecimiento (respetando lógicamente la prohibición de la ingesta en bebés de 0 a 2 años).